El entretenimiento digital nunca ha sido tan amplio. Entre series, películas, videojuegos y música, las opciones son casi infinitas. Sin embargo, a veces lo que buscamos es justo lo contrario: desconectar, alejarnos de las pantallas y las notificaciones. Para ello, nada como leer un buen libro o disfrutar de un juego de mesa. Pero ni siquiera estos han escapado de la tecnología.
Al igual que los libros electrónicos han cambiado la forma en que leemos, los juegos de mesa también han evolucionado. No es algo nuevo: desde hace décadas existen versiones digitales de clásicos como el ajedrez o el Go . Pero ahora la tendencia ha evolucionado. Algunos juegos de mesa ahora combinan piezas físicas con aplicaciones móviles. Un claro ejemplo de esto es Monopoly.
Monopoly se moderniza con una app
La nueva versión de Monopoly estrena aplicación. El juego mantiene su clásico tablero, pero ahora será necesario utilizar el teléfono móvil o la tableta para gestionar el dinero y las operaciones de la partida. Es decir, lo que antes hacíamos con billetes impresos ahora se hace directamente desde la pantalla. Desde la app también se controlan las propiedades y cualquier transacción.
Desde Hasbro, propietarios de Monopoly, explican que este formato “asistido por aplicación” no solo agiliza la partida al asumir las funciones del banco, sino que también incorpora minijuegos para añadir un extra de diversión. Cada jugador selecciona una ficha y su tarjeta bancaria correspondiente, que junto a las tarjetas de propiedad se escanean directamente desde la aplicación.
Monopoly App Banking está muy orientado a los niños y ofrece entre las propiedades más valiosas una plataforma de lanzamiento de cohetes, una fábrica de chocolate o una montaña rusa. Esta versión actualizada estará disponible esta primavera en Estados Unidos y durante el año en Europa. Cabe señalar que las versiones clásicas del juego y sus expansiones siguen estando disponibles.
Modernizar un clásico no significa perder su esencia. Aquí, la app promete optimizar las partidas de un juego que, en ocasiones, puede volverse largo y denso, aportando incluso nuevas mecánicas para refrescar la experiencia y hacerla más accesible. Sin embargo, esta propuesta difícilmente atraerá a quienes ven en los juegos de mesa un refugio frente a la omnipresencia de las pantallas.
Imágenes | Hasbro
