En mayo, Lenovo va a llevar a cabo un experimento inaudito hasta la fecha: incluirá por defecto en su próxima consola portátil, la Lenovo Legion Go S, el sistema operativo de Valve, el SteamOS. Será, de este modo, la primera consola más allá de la Steam Deck que en vez de funcionar bajo el más usual Windows, correrá con el sistema de Valve.
Esto convierte a esta nueva Lenovo en, virtualmente, una Steam Deck con la que mantendrá las lógicas diferencias de potencia y prestaciones, pero no de uso: una de las grandes ventajas de la Steam Deck de Valve es la absoluta facilidad y fluidez con la que se accede a los juegos de la tienda de la compañía (y lleva aparejada una dificultad: lo complicado, en determinadas ocasiones, de ejecutar juegos ajenos a Steam). Siendo Steam la principal tienda digital de videojuegos, este salto a consolas ajenas a Valve es importantísimo.
Esta nueva consola de Lenovo tendrá un peso de 0,7 kg y una pantalla de 8,8 pulgadas, alcanzando una resolución de 1920×1200 y una frecuencia de actualización de 120Hz, contando además con soporte para VRR. También dispondrá de par de puertos USB 4, un pequeño panel táctil y sticks con iluminación RGB ajustable. También será ajustable la sensibilidad de los gatillos y poseerá una batería que durará unas dos horas y media con los juegos más exigentes.
El chip AMD Ryzen Z2 Go, exclusivo de Lenovo, es una de sus grandesz bazas para alargar la vida de la batería, pero sin duda lo que está llamando la atención de los jugadores es el modelo con SteamOS que llegará en mayo y costará 499’99 dólares. Previamente, este mismo mes se distribuirá una versión de la consola con Windows.
El dominio de Valve
En muchos aspectos (por ejemplo, el mencionado chip de AMD, que puede llegar a consumir batería de forma más efectiva que el de la Steam Deck), ya es decisión de cada usuario escoger la consola según variables de diseño, potencia y otros factores. Por ejemplo, cuando pudimos ponerles las manos encima, destacamos su ligereza, pero lo importante para la estrategia de Valve es que su SteamOS se expande más allá de su consola propietaria.
De hecho, en declaraciones a The Verge, Valve afirma que aparte de Lenovo no tiene intención de adaptar su SteamOS para más terceros. Pero, y es un pero muy notable, Valve va a publicar muy pronto (quizás incluso antes de que salga al mercado la portátil de Lenovo con SteamOS) una beta de su SO que «posiblemente» funcionará también en otras portátiles (ya hubo en su día un acercamiento a la Asus ROG Ally en ese sentido).
Hay un aspecto que la propia Lenovo reconoce y es que SteamOS es imbatible en términos de usabilidad directa: sacas la consola de la caja, te logueas en Steam y solo tienes que esperar el tiempo de instalación para empezar a jugar. Es algo que acerca a la consola a la accesibilidad a prueba de bombas de una Nintendo Switch, y es algo a lo que aún tienen que aspirar los PCs portátiles, cuyo mercado parece crecer sin freno. Eliminar esa barrera para los jugadores menos interesados en trastear y más en, sencillamente, jugar, es lo que puede facilitar a Valve su avance hacia el dominio absoluto.
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