Durante su primer mensaje como vencedor de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump calificó a Elon Musk como un «supergenio». Más allá de las decisiones políticas o empresariales de la mayor fortuna del mundo, lo que sí es cierto es que sabe exprimir al máximo su jornada. Eso o que ha encontrado el secreto para que sus días tengan más horas que los del resto de la humanidad.
Tanto es así que, además de tener tiempo para dirigir sus empresas y apoyar en su campaña electoral a Trump, a Elon Musk le ha sobrado tiempo para convertirse en un destacado jugador en el videojuego Diablo IV.
La pregunta se hace sola: ¿Cómo alguien al frente de cinco empresas millonarias y en plena campaña electoral, puede dedicar tiempo a conseguir un récord en un videojuego? Tal vez la clave de todo sea, precisamente, el videojuego.
Cinco empresas millonarias. Elon Musk tiene puestos de responsabilidad en cinco grandes empresas, aunque no en todas ellas ocupa el puesto de CEO, al menos no de forma oficial, aunque en la práctica lo haga. De una forma u otra, Elon Musk está al frente de empresas tecnológicas que están afrontando grandes desafíos competitivos. Hablamos de compañías como Tesla, SpaceX, la red social X, Neuralink o The Boring Company.
Dirigir esas empresas, ya sería una tarea hercúlea para la mayoría de los ejecutivos (como reconoció Jensen Huang), pero para Musk parece haberse convertido en un mero trámite diario como una tarea más que tacha de su lista.
Hacer campaña y tuitear. Por si el trabajo de dirigir sus empresas fuera poco, Elon Musk se implicó de lleno en la campaña electoral de Donald Trump, participando de forma activa en sus mítines y eventos multitudinarios. Además, tal y como destacaba The New York Times, la actividad del millonario en su red social se ha intensificado mucho en la recta final de la campaña.
Durante la semana previa a las elecciones, el millonario ha exprimido al máximo el potencial de su red social y no ha dejado de lanzar consignas pro-Trump, responder a críticas, reafirmar apoyos e incluso le quedaba tiempo para publicar memes.
…Y faltaba Diablo IV. Entre toda la vorágine de contenidos sobre el estado de sus empresas, contenidos políticos y memes, el millonario desconcertaba a sus más de 200 millones de seguidores con vídeos de sus partidas a Diablo IV.
Según el propio millonario reconocía en su última intervención en el podcast de Joe Rogan, pese a encontrarse en el ojo del huracán empresarial y político de Estados Unidos, había conseguido posicionarse en estos días como uno de los mejores jugadores del mundo de Diablo IV, aunque en realidad este ranking no es oficial y solo mide la rapidez con la que los jugadores resuelven la mazmorra The Pit, tal y como cuentan en The Verge.
El triunfo de Musk parece haber durado poco, ya que en este momento su tiempo ya ha sido superado y ha caído algunas posiciones en ese ranking.
El videojuego como rincón de pensar. La afición de Elon Musk por los videojuegos no son algo nuevo. De hecho, uno de sus primeros salarios fue por programar un videojuego. Según escribió Walter Isaacson en su biografía, los videojuegos han sido el refugio de Elon Musk en los momentos más estresantes y complejos de la vida de Elon Musk.
El escritor cuenta cómo el millonarios pasaba las noches sin dormir jugando durante horas a ‘Warcraft: Orcs and Humans’ o ‘Overwatch’, y presumía de haber sido uno de los mejores jugadores de Quake del mundo. Según narra Isaacson, cuanto más tensa era su situación personal o financiera de Tesla o SpaceX, más se obsesionaba con los videojuegos.
La abstracción para resolver problemas. Distintos estudios científicos como los de la Universidad de Brasilia relacionan los efectos del estrés y la sobrecarga mental con la dificultad para resolver problemas. Por su parte, psicólogos estadounidenses han estudiado los efectos de tareas cotidianas como vía de abstracción y su impacto en la capacidad para resolver problemas.
En ese contexto, los videojuegos actuarían como una válvula de escape con la que Elon Musk no solo conseguiría abstraerse de los problemas, sino que estaría permitiendo a su cerebro tomarse un descanso y abrir nuevas vías para resolver problemas, según un estudio de Facultad de Psicología de la Universidad del Suroeste en China.
Imagen | Flickr (Steve Jurvetson), Blizzard