Annapurna Interactive se ha negado en bloque a seguir con la actual situación, y todos sus empleados han firmado la renuncia a sus puestos de trabajo. Una decisión sin duda radical, pero que da buena cuenta del descontento que se vive dentro del que es una de las compañías independientes más poderosas y con más prestigio de la industria. Los publishers de juegos tan celebrados como el reciente ‘Stray‘, ‘What Remains of Edith Finch’, ‘Outer Wilds‘ o ‘Neon White’ han puesto en un brete considerable a sus superiores.
Los empleados del estudio, fundado en 2016, han roto las negociaciones con Megan Ellison, dueña de la compañía, ya que querían que Annapurna Interactive se convirtiera en una compañía independiente, al margen del conglomerado de empresas que componen la empresa madre Annapurna Pictures. Son un total de 25 personas que, informa Bloomberg, han decidido firmar sus renuncias antes que seguir trabajando para Ellison.
Ellison se ha apresurado a asegurar que los actuales compromisos de Annapurna seguirán como hasta ahora: «Nuestra principal prioridad es seguir apoyando a nuestros socios desarrolladores y editores durante esta transición. Estamos comprometidos no sólo con nuestra gama actual de juegos, sino también con la ampliación de nuestra presencia en el espacio interactivo, ya que seguimos buscando oportunidades para adoptar un enfoque más integrado de la narración lineal e interactiva a través del cine y la televisión, los juegos y el teatro».
Posiblemente es en ese último aspecto de donde vienen los desencuentros entre la división de videojuegos y Annapurna Pictures, una compañía creada en 2011 y que tiene su sede en Los Angeles. Como productora de cine ha dado pie a éxitos tan prestigiosos como ‘The Master’, ‘Mátalos suavemente’, ‘La noche más oscura’, ‘Her’, ‘American Hustle’, ‘El hilo invisible’ y la reciente producción animada de Netflix ‘Niimona’. Entre los videojuegos que están en pleno desarrollo hay títulos como ‘Forever Ago’, ‘Skin Deep, ‘Bounty Star’, ‘Silent Hill: Townfall’ o ‘Wanderstop’.
En cuanto a los estudios de desarrollo que actualmente tienen contratos con Annapurna, se ha «desatado el caos», según Bloomberg y pese a las palabras de Ellison, ya que una de las funciones de la compañía es financiar los juegos, encargarse del control de calidad y comercializarlos. Entre ellas está Remedy, que recientemente había llegado a un acuerdo con Annapurna para adaptar al cine y la televisión ‘Control’ y ‘Alan Wake’, así como para desarrollar ‘Control 2’.
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