Haz clic en la imagen del plátano. Esa es la única regla, el único desafío y la única meta de ‘Banana’, un juego gratuito de Steam que, sin embargo, ha encontrado a su público. En el momento de escribir estas líneas acaba de rozar su máximo histórico de jugadores simultáneos, nada menos que 38.591 jugadores haciendo clic en el plátano. Desde luego, eso no le hace llegar al número 1 de lo más jugado (ahora está en el puesto 30), pero ha adelantado a ‘Cyberpunk 2077’, ‘Overwatch 2’ o ‘Diablo IV’.
‘Banana’ tiene precedentes, claro: es exactamente igual (pero con un alimento distinto) que ‘Egg‘, un juego de hacer clic en un huevo que apareció en Steam hace unos meses pasando sin pena ni gloria, pero al que el efecto contagio del éxito de ‘Banana’ le está haciendo ganar jugadores en los últimos días a gran velocidad. Así funcionan los códigos meméticos de Steam, tan encerrados en sí mismos e incomprensibles para el observador casual.
No son, de todos modos, los primeros juegos de este tipo, aunque en sus inicios muchos de estos juegos conocidos como ‘clicker games’ o ‘idle games’ nacieron con ánimo satírico y de reflexión sobre los mecanismos videolúdicos, como ‘Progress Quest’, considerado el primero del género, o ‘Cow Clicker’. Un subgénero aparentemente absurdo, pero su tendencia a la abstracción es lo que les ha convertido en excelentes vehículos para la reflexión teórica, como hizo Ian Bogost con ‘Cow Clicker’.
Sin embargo, hay quien encuentra en ellos un interés adicional: después de muchos clics, el jugador puede recibir premios. Jugando durante una hora, por ejemplo, recibirá un plátano especial cada 18: plátanos de diamante o de materia oscura, por ejemplo, que no tienen ninguna utilidad, pero que muchos jugadores ponen a la venta en Steam. La mayoría cuestan dos o tres céntimos, algunos tienen precios que se acercan a los cien euros.
¿Cuál es la utilidad de todo esto? Ninguna, solo la pura especulación con imágenes que, no lo olvidemos, no se venden por dinero real, sino por cantidades virtuales que solo se pueden reinvertir en Steam. Alguien podría pensar que este trajín se acerca a la estafa piramidal de los NFTs, pero en realidad estamos ante otro juego meta en el que se puede participar aunque se haya dejado de hacer clic en el ‘Banana’ original, y en el que se experimenta con las ofertas y las demandas, para… para nada. Ese es el objetivo primordial de este juego absurdo e intrigante. La nada total.
Author: John Tones