Se está leyendo mucho, a raíz del lanzamiento, del ‘Astro Bot‘ de Playstation, que es una copia bastante desvergonzada de los hallazgos de los ‘Super Mario’ de Nintendo. Y desde luego, superficialmente, lo es. En infinidad de detalles: el viaje intergaláctico del simpático robot protagonista por pequeños planetoides recuerda, específicamente a ‘Super Mario Galaxy’, y la tarea de rescatar a pequeños amigos, unos más escondidos a simple vista que otros, una mecánica esencial de buena parte de los títulos 3D de la mascota de Nintendo.
Por supuesto, esa es solo la superficie: los planetoides tienen ambientaciones más o menos temáticas, como sucede no solo en tantos juegos de Mario, sino también en multitud de plataformas nintenderos o de inspiración clara en el gigante japonés. Playas, junglas, acantilados, ruinas y, por supuesto, entornos más abstractos como interiores de ordenadores, ciudades gigantescas y rings de boxeo. Y aún así, ese no es el parecido primordial con los ‘Super Mario’ (por mucho que el primer final boss sea un indisimulado homenaje al Donkey Kong primigenio).
¿Acaso podemos saltar sobre los enemigos para eliminarlos, á la ‘Super Mario’? No (al menos, no todo el rato, aunque sí desintegrarlos con los rayos láser que salen de nuestros pies). Pero el movimiento, la exploración y el interactuar continuamente con los escenarios es la clave del disfrute. Y aún así, nada de esto es lo que conecta claramente a ‘Astro Bot’ con los juegos emblemáticos de Nintendo.
A jugar
El gran parecido de la propuesta de Team Asobi con los títulos de Super Mario está en que jugar está por encima de todo. Y dentro de jugar está la experimentación continua, sin miedo al riesgo porque en ‘Astro Bot’ no hay muerte ni castigo. La experimentación (cómo se rompen los cristales, cómo Astro Bot va dejando las huellas más diversas en su paso por los escenarios, cómo funciona la gravedad) la sorpresa y el descubrimiento. Jugar no es solo ganar o perder, también implica un abanico mucho más profundo de emociones que, por suerte, en Team Asobi no han olvidado del todo.
Y para ello, Playstation pone al servicio del juego (otra coincidencia con Nintendo) toda la tecnología de su máquina. En este caso, el uso del DualSense, que como en el anterior juego de la mascota, proporciona hallazgos asombrosos: la vibración háptica permite percibir texturas de lo que vemos en pantalla, servirá para resolver pequeños puzles y el control de movimiento también tiene pequeñas utilidades. La tecnología está al servicio del juego y no al revés.
El resultado de la experiencia es precisamente esa sensación de que se está jugando sin presiones, sin obligaciones, con esa atmósfera de «patio de recreo» que, de nuevo, tienen los mejores juegos de Mario 3D. Explora, porque no pasa nada si te caes. Golpea todo, porque la mayor parte del tiempo te vas a llevar una sorpresa. Esa piscina de bolas, literal y metafórica, está ahí para que simplemente disfrutes. Sin límite de tiempo.
Así que sí, la sombra de Mario es alargada e inevitable en lo que respecta a ‘Astro Bot’, pero es que necesitamos más juegos así: juegos tecnológicamente impresionantes, pero donde el despliegue visual y sonoro no está para epatar y para traumatizar, sino para cosquillear la imaginación e incitar al descubrimiento. ¿Te acuerdas de cuando jugabas única y exclusivamente para divertirte? Esa sensación indescriptible es la que convoca ‘Astro Bot’. Y por insólito que parezca en la industria de los videojuegos, eso lo convierte en una rareza. Que eso no impida que te sumerjas en su mundo tontorrón, colorista e imprescindible.
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