‘New World: Aeternum’ es la redención que el MMO de Amazon necesitaba para demostrar que sí, que merece la pena

'New World: Aeternum' es la redención que el MMO de Amazon necesitaba para demostrar que sí, que merece la pena

No me gusta reservar juegos con antelación porque siempre me he llevado chascos. Quiero decir, precompré ‘Cyberpunk 2077‘ y ‘Battlefield 2042‘, sé lo que es tropezar con las piedras de los lanzamientos prematuros. Pues otro juego que reservé, y con tiempo además, fue ‘New World‘. Allá por 2021, Amazon Games se estrenaba con un MMORPG que tenía una pinta brutal y que se lanzó de aquella manera.

El rendimiento no era el mejor, el sistema de progresión era tedioso hasta decir basta y el juego, en general, era un poco tosco. El inicio del juego, no obstante, fue buenísimo y se colocó como uno de los juegos más exitosos de Steam, pero se desinfló. ¿Qué ha hecho Amazon? Relanzarlo, pero tras darle una merecida vuelta que, tras haberlo probado, podemos decir que le ha sentado de escándalo.

De MMORPG a RPG de acción online. Lo primero que se puede apreciar es la mejora en la interfaz, que ahora está pensada para ser usada con mando. Tiene sentido. Al fin y al cabo, una de las claves de ‘New World: Aeternum’ es que ha llegado a consolas (con crossplay, por cierto). El control es muy bueno. Mejorable en algunas cosas, sobre todo a la hora de ejecutar acciones encadenadas rápidas, pero bastante bueno. Yo, que lo he jugado siempre con teclado y ratón, me he sentido cómodo jugándolo con mando.

Mejor estructura. La historia de ‘New World’ es muy chula. Aunque se suele decir que los MMORPG empiezan cuando acabas el tutorial (es decir, la historia), la realidad es que es esta historia la que engancha con su lore, sus personajes, etc. ‘New World’ tenía una historia buena, pero se contaba como se enseña el inglés: mal. Punto.


Imagen: New World: Aeternum

En ‘Aeternum’ se le ha dado una vuelta y se ha hecho más dinámica. Tanto el planteamiento como el sistema de misiones, recompensas y progresión recuerdan más al de un RPG al uso. Además, si te entretienes en leer la pila de coleccionables disponibles ganarás ese extra de datos sobre la historia y vida de la isla, aunque eso sí, hay un buen puñado que no solo hay que leer, sino encontrar.

Más fluido. Una de las cosas que me echaban para atrás de ‘New World’ era que el juego se sentía lento, que el personaje era pesado incluso yendo con una configuración de equipamiento ligera. Eso se acabó. Ahora el juego se siente más fluido, el personaje se siente más ligero, como si no estuviera tirando de un carro. Los movimientos también se encadenan mejor, pero algunas animaciones siguen siendo las antiguas, ergo reguleras.

Lo mismo se aplica a la progresión. Si algo me gusta de ‘New World’ es que no te atas. Al menos no hasta un nivel alto. El sistema de clases de ‘New World’ es excepcional, en tanto que todo depende de las armas que uses y de cómo mejores tus atributos. Si quieres cambiar en cualquier momento, puedes hacerlo (hasta cierto nivel). Antes ibas a pelo, pero ahora el arranque es más fácil gracias a los arquetipos.


Imagen: New World: Aeternum

Básicamente, el juego nos ofrece unas configuraciones predeterminadas de armas y estadísticas. Por ejemplo, el arquetipo que comienza con espadón y trabuco lo hace así porque ambas armas escalan con el atributo «Fuerza». Eso está bien para empezar, aunque más tarde descubriremos que algunas combinaciones son absurdas y no son viables en el endgame. El trabuco, sin ir más lejos, es inútil al no ser capaz de aplicar un daño sostenido. Si vais con espadón, mejor una gran hacha de secundaria.

Este sistema, no obstante, ayuda a entender cómo funciona la progresión y por qué subir o no un atributo. Ya habrá tiempo de meterse en estadísticas de armas, bonificaciones y demás. Eso, llegados al endgame en el caso de llegar, lo tendremos más que interiorizado. Pero para un jugador novato, empezar así y no sentir que te han soltado en una isla llena de enemigos que, todo sea dicho, son mucho más fuerte que tú (que es lo que pasaba en ‘New World’) es mucho mejor.


Imagen: New World: Aeternum

Y lo bueno es que no tienes que elegir. Si te pasas el juego yendo con espadón y gran hacha y te aburres, siempre puedes cogerte una espada, un escudo y un arco y subir de nivel desde cero. Puedes llegar a dominar todas las armas y sí, también todas las profesiones. Con tiempo, podrías tener todas las maestrías de armas y habilidades de oficio al máximo, aunque ya te adelanto que eso supone inflarte de talar árboles, despellejar jabalíes y matar enemigos.

Jugar solo. Es posible, sin duda. La historia principal y las secundarias podrás hacerlas solo sin problema, pero es un juego que gana muchísimo jugando con otras personas. Siempre es recomendable pertenecer a un grupo, algo que además será necesario para algunas actividades. En lo que concierne al PVP, yo no lo he tocado porque no me gusta, pero sí puedo confirmar que no es necesario. Si no quieres darte de palos con nadie, cosa comprensible, no tienes por qué hacerlo.


Imagen: New World: Aeternum

Gráficamente es sensacional. ‘New World’ siempre ha sido un juego bonito, pero su mal rendimiento enrarecía mucho la experiencia. Con ‘Aeternum’, Amazon ha conseguido que el juego no solo se vea bien, sino que la tasa de fotogramas se mantenga estable incluso en configuraciones gráficas altas.

La banda sonora también es correcta, pero el doblaje podría ser mejor. Aunque se agradece que un MMO llegue doblado al castellano (pide un deseo por cada uno que veas), las voces no están bien encajadas con los gestos de los personajes, hay partes sin doblar, las voces algunas veces se cortan, hay errores en algunos subtítulos… No son la norma, pero sí errores que pueden sacarnos un poco del juego.

Y con respecto a los micropagos. ‘New World’ cuesta 60 euritos y tiene una tienda con contenido que podemos comprar con dinero real. Entre las cosas disponibles están los bonificadores de experiencia, aunque todo lo demás es estético. Lo que sí es discutible es que las monturas solo se puedan conseguir con la expansión de pago cuyo precio es de 30 euros.

En ‘New World’ algunas distancias son enormes y, aunque el movimiento se ha mejorado, meterte un kilómetro entre pecho y espalda puede hacerse tedioso. Las monturas solucionan eso, pero requieren un pago adicional para hacerse con la expansión.


Imagen: New World: Aeternum

Sigue siendo ‘New World’, pero mejor. Como decía Alberto Martín en su análisis para Vida Extra, «para bien y para mal,New World: Aeternum’ no deja de ser ‘New World'». La jugabilidad, dentro de que ahora es más suave y fluida, es similar y las cosas que gustaban y no gustaban siguen estando ahí. Los cambios más notable son realmente notables, pero en muchos otros aspectos sigue siendo el mismo juego de antaño.

Si te gustaba New World, este juego te gustará. Si no te convenció, ahora es posible que lo tenga más fácil, pero el núcleo es el mismo. Es una buena noticia, porque New World hacía muchas cosas bien que ahora hace todavía mejor. Yo he jugado mucho, pero no me considero un veterano. Lo dejé porque se me hizo pesado, y ahora, al volver me he encontrado con un juego que pide a gritos echar horas.

Ah, ¿y he dicho ya que ahora se puede nadar? Pues eso, ahora tu héroe es capaz de sobreponerse a los elementos y sobrevivir más de 30 segundos en el agua.

Imagen de portada | PlayStation

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